Un edificio imponente en el centro de Cuernavaca llamó la atención de la población por sus características arquitectónicas Art Decó en las primeras décadas del siglo pasado. Construido para albergar turistas, visitantes y comensales comenzó su oferta comercial con el nombre de «Hotel Madrid» (recordándonos la necesidad de algunos mexicanos por la identidad eurocentrista del siglo XIX).
Para 1940 el inmueble cambia su actividad económica, antes dedicada al turismo, a la de la cultura y el espectáculo cinematográfico dónde millar y medio de espectadores disfrutaron simultáneamente de las historias del celuloide.
Los cambios continuaron debido a los ciclos económicos, retomó su vocación turística bajo el nombre de «Hotel del Parque» en el momento perfecto para la detonación del reconocimiento de Cuernavaca como la «primavera de México» entre los habitantes de la capital del país.
Difusión cultural
El gobierno del Estado de Morelos se hizo cargo del inmueble en la década de los 80 del siglo pasado; al final del milenio, en coordinación con el Instituto Nacional de Bellas Artes y el despacho del arquitecto José de Arimatea y Moyao se consigue una reconstrucción que incluye la tecnología en audio e iluminación, permitiendo espectáculos más atractivos y espacios de capacitación tanto artística como técnica.
Cultura y espectáculo
Con el rotundo éxito del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, el Teatro Ocampo reabrió sus puertas al público, a casi dos años de mantenerlas cerradas por los daños que generó el sismo del 19 de septiembre de 2017, tiempo que el Gobierno de Morelos aprovechó para remodelar este importante espacio de difusión cultural.
