Amar es una decisión

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POR RICARDO MORENO-VALENCIA

En esta época del año se festeja el día del amor y la amistad, como resultado de una serie de acontecimientos dramáticos y comerciales (un sacerdote que contraviene al emperador romano Claudio Segundo une en matrimonio a las parejas jóvenes, y por ello es ejecutado un 14 de febrero; una ama de casa que envía postales a sus seres queridos a partir de esta fecha, entre otros) y además de la consabida venta de chocolates y flores, existen otros productos que igual ocupan espacio en los estantes y son revisitados por estas mismas fechas.


Son los libros, esos objetos de culto que según malas compañías (en más de un sentido) tienden a desaparecer, se los llevará el olvido, contando apenas uno días hasta su desaparición forzada, producto del poder soberano del internet y los teléfonos celulares, así como otras formas de telecomunicación electrónica.
NO es cierto: no haga caso y diríjase a la librería de su preferencia (si analiza bien, todavía hay muchas) y busque en el anaquel de psicología El arte de amar y presuma a quien lo quiera escuchar que además de cuatro formas del amor, fraternal, materno, a sí mismo y a dios, Erich Fromm, alemán avecindado en Cuernavaca, nos habla del amor erótico.


Nos dice que –continúe con su discurso– es fácil confundir el amor con el enamoramiento, ese tiempo en que la persona amada nos parece francamente fascinante y sin defectos. Haga una pausa y continúe: el amor va más allá de estas sensaciones, no es sólo un sentimiento, porque implica la decisión de amar. Entonces el amor es un sentimiento, pero la decisión de amar es de cada quien.


No se deje seducir por el aplauso. Antes lea a Fromm y subráyelo. Es otra forma de celebrar a San Valentín y quizá de seducir mediante el orgullo de haberlo leído, a la persona amada.